Cuando el mundo está patas arriba y nada de lo que pasa parece tener sentido, los libros son un refugio. No solo porque te evades, que también, si no sobre todo porque ahí las cosas que suceden tienen sentido, en los buenos libros, claro. La cosa es que cuando se junta mucha gente que lee pasan cosas extraordinarias. Por eso la BCNegra es algo extraordinario, porque hay mucha gente que lee junta.
Andrea Camilleri es un anciano sabio que vino a Barcelona a dar un homenaje a su amigo Vázquez Montalbán. Algunos pueden pensar que vino a que se lo dieramos nosotros a él, y se lo dimos, pero la parte importante no es esa. La parte importante es que Camilleri parecía necesitar hablar de Vázquez Montalbán, de su amigo que se fue.
El ritual de la entrega del Premio Pepe Carvalho empieza con los discursos políticos. No sé qué dijeron. Hace ya tiempo que no escucho a políticos porque soy muy emocional y se me quedan cosas en el estómago y tengo que gastar dinero en psicólogos para resolverlo. He decidido que es mucho más barato no escuchar a políticos que tener que ir al psicólogo, así que no escucho a políticos. Además, después de muchos años escuchándolos ya sé que no dicen nada, pero nada de nada, que valga la pena ser oído. Así que no sé qué dijeron.
Después de los políticos habla Paco Camarasa, el librero de Negra y Criminal y comisario de la BCNegra. Y Paco te regala los oídos siempre. Paco es un hombre generoso y orgulloso de su trabajo. Le gustan los libros y la gente que los lee, también los que los escriben y creo que algunos de los que los publican. Pero sobre todo le gustan los libros y la gente que los lee, bueno, también la que los compran, pero si los leen después. Paco adora Barcelona. Bueno no, adora una Barcelona que casi no existe pero que resiste. Adora la Barcelona canalla, curiosa, orgullosa y un poco sucia que fue. El parque de atracciones este en la que la están conviertiendo le da arcadas. Habla de Barcelona y de Carvalho y de Vázquez Montalbán con amor y cariño y un punto de añoranza. Habla de lo que sucede en el mundo y de como algunos lo acabamos de comprender cuando lo leemos en un libro. Habla de la novela negra con pasión y la reivindica siempre como algo necesario y útil, como el arte que es, frente a los intelectualoides que la descartan como un género menor. Paco le dio las gracias a Camilleri por escribir libros que se venden tan bien, y se leen mejor. También le dio las gracias por haberle permitido ser el librero que les descubrió a Camilleri a muchos lectores. Dijo que a veces le presentan como «Paco, el que me descubrió a Camilleri» y está muy contento de que sea así. Le dio también las gracias por haber venido a que le pudieramos dar las gracias entre todos por habernos acompañado tantas y tantas horas con buena literatura.
Y luego habló Camilleri. Y habló solo de su amigo Manolo. Y lo hizo como el gran escritor que es con emoción y las palabras justas, con esa sencillez suya que lo pone en la tierra. Lo hizo desde lo más cálido de su alma, con nostalgia. En cada una de las palabras de Camilleri se podía oir como echa de menos a su amigo, sus conversaciones, su compartir, sus miradas complices… Camilleri dijo de Vázquez Motalbán que era como su hermano pequeño y que así le dolía que no estuviera, no es ley de vida que un hermano pequeño se vaya antes. Lloró él y lloramos nosotros. Los grandes, las grandes personas, no necesitan grandes actos ni grandes palabras para mostrar su grandeza. De hecho los grandes de verdad, casi se esfuerzan en esconderla, en que no se les note, en seguir siendo, a pesar de ellos mismos, uno de los nuestros. Y Camilleri se esforzó pero le sale mal. Camilleri será uno de los nuestros pero porque es grande y no se lo cree. Porque comparte una forma de ver el mundo que está muy alejada de los pedestales en los que algunos le colocan y de los que él se empeña en descender.
Y luego, después del discurso emocionado y emocionante de Camilleri, va un político y habla. Y en lugar de decir «Gracias por venir» e irse, que es lo que debería haber hecho, se puso en plan personal a contarnos su vida. Que tu dices ¿pero tu quien te crees que eres piltrafilla?, para no dejarnos ir con el buen cuerpo que se nos había quedado! Y el mal cuerpo que se nos quedó cuando, por fín, se calló… En fín, la vida, que es muy jodida.
No pude ir el viernes a oirle otra vez pero los que estuvieron lo contaban en plan subidón, como si hubieran estado en un concierto de rock o algo así. Decían que llegó lento y dificultoso y se fue exhultante y energizado, decían que a Camilleri también le dio un subidón. Y eso está bien. Está muy bien.
Ayer me fui al fin de fiesta en la librería Negra y Criminal. Me puse guapa. Me pinté, me puse un vestido y me enjoyé y todo. No acostumbro a hacerlo así que cuando Alexis Ravelo me vio me soltó «Niña, si te has puesto de punta en blanco!». Alexis llama a todas la mujeres niñas y a todos lo hombres niños y yo creo que lo hace porque él es un niño grande feliz. Alexis disfruta de la vida y de la gente y te lo contagia. Alexis es una fiesta.
Había un montón de gente en la librería. Había escritores y lectores y algún editor y blogueros y blogueras y paseantes y gorrones. Es que en la librería dan vino, mejillones y patatas fritas y siempre está el que se cree que eso es un vermouth gratis. Cuando salen las ollas de mejillones siempre hay el que se queda parado en frente de una, con los codos para fuera y las piernas separadas, defendiendo su posición. También están los roba vasos. Reparten vino tinto y más te vale no soltar el vaso en ningún momento porque los hay que van dando vueltas bebiendose el vino de los vasos desprotegidos… También habia los que van a la librería como si fuera un museo. Entran, dan una vuelta, van diciendo ay, que mona y luego se van sin comprar un libro ni nada. Que dice Paco que al próximo que haga eso lo descuajaringa, que la librería no es un museo, que es una tienda y ahí se va a comprar. Yo aviso por lo que pueda pasar.
Tu das una vuelta entre la gente y oyes conversaciones de lo más extraordinarias. Gente recomendando libros, gente hablando de personajes y tramas y puntos de giro y de voces narradoras, gente hablando de política, y del último libro que les tuvo encerrados en casa dos días seguidos. Y luego pasan cosas curiosas porque hay gente que sabe y gente que no. Una señora compró un libro de Raymond Chandler y cuando fue a pagar preguntó «¿No viene este año a firmar?» a lo que Salva, uno de los múltiples ayudantes de Paco y Montse, contestó «No señora, igual el año que viene». Porque en la Negra y Criminal todo el mundo tiene mucho sentido del humor y mucha, pero mucha, paciencia.
Hacia el final de la mañana, muy pasadas las dos, alguién preguntó «No era hoy lo de la infanta?». Porque ayer, para algunos, lo importante de verdad eran los libros, si hubiera más gente así el mundo igual iría mejor. Es un decir.
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